"Los patitos feos". Boris Cyrulnik , Neurólogo, psiquiatra el término resiliencia refiere a la capacidad de las personas para sobreponerse a muertes, experiencias traumáticas o períodos de dolor emocional. El concepto de resiliencia se corresponde con el término entereza. Aunque no es exacto. La escritura nos sana, es como una varita mágica que transforma el dolor y lo transmuta en otra cosa. El diario de Ana Frank, le sirvió a una niña para no morir presa del horror. Cartas a Paula, ayudó a Isabel Allende a recuperar partes de su hija y completar el duelo. Viktor Emil Frankl sobrevivió en campos de concentración, su herramienta para resistir fue la escritura. El hombre en busca de sentido.
En los diarios de Anaís Nim, se puede observar el narcisismo como un escudo contra la neurosis.
“Le compré un cuadro, estaban ordenados en el suelo, las escenas eran las de siempre paisajes Africanos y copias de los pintores de moda. Sin embargo, los trazos eran fuertes, los colores llamativos y sentí que me pedían cómprame. Más tarde conocí bien al pintor. Un día me enseño Unipapel que sustituía al pasaporte, solo ponía: Refugiado”
“.Empezó el tratamiento en el 2007, no salía de casa, su tono de voz era bajo y monocorde, el dolor la aislaba de si misma y de los demás. Un día le propuse escribir cartas a Marta, siempre a la misma hora. –No sé si lo podré hacer. (A todas las sesiones venía con sus cartas, todas muy largas, escritas con letra apretada). – Ignoro para que me sirve escribir, pero necesito hacerlo. A medida que pasaban los meses, iban cambiando le contaba cosas de su día a día. Llego un momento que dejo de escribir, decidió quemar las cartas de Marta y echar las cenizas en su maceta preferida”.
En los diarios de Anaís Nim, se puede observar el narcisismo como un escudo contra la neurosis.
“Le compré un cuadro, estaban ordenados en el suelo, las escenas eran las de siempre paisajes Africanos y copias de los pintores de moda. Sin embargo, los trazos eran fuertes, los colores llamativos y sentí que me pedían cómprame. Más tarde conocí bien al pintor. Un día me enseño Unipapel que sustituía al pasaporte, solo ponía: Refugiado”
“.Empezó el tratamiento en el 2007, no salía de casa, su tono de voz era bajo y monocorde, el dolor la aislaba de si misma y de los demás. Un día le propuse escribir cartas a Marta, siempre a la misma hora. –No sé si lo podré hacer. (A todas las sesiones venía con sus cartas, todas muy largas, escritas con letra apretada). – Ignoro para que me sirve escribir, pero necesito hacerlo. A medida que pasaban los meses, iban cambiando le contaba cosas de su día a día. Llego un momento que dejo de escribir, decidió quemar las cartas de Marta y echar las cenizas en su maceta preferida”.
Creo que escribir le viene bien a todo el mundo. Desde escribir un gran libro a escribir un humilde blog.
ResponderEliminarEn cuanto a la resiliencia, creo que es una de las características que más fuertemente se relacionan con la felicidad. Si tienes una buena resiliencia, eres casi inmune a la infelicidad.
Me ha encanado tu nota y tambien la respuesta de Jose Manuel y su receta para la infelicidad,El Hombre en busca de su destino si no lo tienes te lo mando por mail no tiens más que pedirlo, gracias por pasar a visitarme,te sigo aqui para que estemos conectadas, y te envito a que explores el lado derecho de mi blog tienes muchos articulos, abrazos de luz desde Israel y me ha encantado tu casa.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS¡:por tu visita, me encantara leer: "el hombre en busca de su destino" Y claro que pararé por tu blog,espero ser una buena vecina.Besos
ResponderEliminarEscribir viene bien. No sé quien decía que hace exacto al hombre.Y tienes razón una buena resilencia es el pasaporte para la felicidad. Siempre me pregunto si para desarrollarla se necesita un empujón de afecto o algún modelo.
ResponderEliminarGracias¡