Según el diccionario de la Real Academia Española, afrodisíaco es algo que excita o estimula el apetito sexual. Los sentidos están por tanto estrechamente ligados a todo lo sensual y así los aromas, lo visual, lo táctil, lo auditivo y lo gustativo, son parte de la, seducción y sobre todo del cortejo.. Algunos afrodisíacos se toman en forma de comida, bebidas, filtros amorosos, hierbas, drogas, o preparados medicinales. Afrodisíaco, no equivale a mágico, milagroso, instantáneo, o, a funcionar inmediatamente... El esfuerzo, la preparación y sobre todo el desear son los mejores ingredientes.
El buscar una sustancia o algo que nos ayude a funcionar sin problemas, es un anhelo que comparten hombres y mujeres desde tiempos remotos. El placer sexual se convierte en una especie de búsqueda y también de nota. El buen desempeño a la mayoría nos hace sentir bien, es sinónimo de fuerza y optimismo. Y el fracaso nos llena de pesimismo y de inseguridad.
La palabra afrodisíaco, proviene de Afrodita, diosa griega del amor, se considera afrodisíaco todo lo que aumenta y potencia el deseo sexual. La imaginación nos hace otorgar determinadas cualidades a distintas sustancias, alimentos, objetos, etc. Cuando creemos en algo empezamos a sentir y actuar como si el hecho se hubiera producido. No hay cultura que no cuente con sus plantas, ungüentos, filtros o pócimas de amor. El Tantrá incluye la sexualidad como una vía para alcanzar el éxtasis, contempla la vida sexual, no solo, como algo sagrado sino como un arte.
En Oriente, lo más divulgado ha sido El Kama Sutra, dentro de la cultura hindú el sexo es sagrado, se nos refieren múltiples posturas, según tamaños, alimentos aconsejables y palabras que nos suenan extrañas o nos provocan la sonrisa. En occidente se utilizan muchas plantas por su semejanza con los órganos sexuales, se relaciona la comida con la promiscuidad y se habla en la literatura de muchos afrodisíacos como el chocolate que usaba Giacomo Casanova. La lista seria interminable y todos se usaban como elixires de la sexualidad. A través de la investigación sexológica se siguen buscando, sustancias, preparados, pastillas e inyecciones. Pero, sabemos que los factores que influyen en nuestra respuesta sexual son tan variados y complejos, que no existe una respuesta valida o solución.
A menudo recibo mensajes de mujeres y hombres, ellas pidiendo algo que les desencadene el deseo, ellos quieren aguantar, resistir más. Unos y otras quieren un nombre comercial algo que puedan comprar en la farmacia de la esquina, que sea efectivo y sobre todo que les funcione. A veces, la respuesta les puede dejar frustrados, porque para algunos cambios tenemos que querer. Isabel Allende en uno de sus magníficos libros, comenta que el único afrodisíaco infalible es el amor. Cuando sentimos amor nos convertimos en: altos, bellos, no importa el sitio, ni las circunstancias, ni los miedos, etc. A veces las parejas hablamos de cansancio, pensamos que la variedad nos puede curar, pero pasar de los huevos con patatas, al langostino a la plancha, puede ser maravilloso las primeras veces, pero el hastío también sobreviene. El sexo, no suele funcionar porque sí, podemos hacer muchas cosas para no sentirnos desilusionados. Encontrar tiempo, no tacañear en caricias, saber lo que nos lleva a la pasión, cambiar de escenario, hablar, acicalarnos para el encuentro, buscar la sintonía que no hace vibrar, el afrodisíaco lo tenemos en nuestro cerebro y podemos empezar a investigar: “ya “.
Algunos datos
En cualquier problema sexual, lo primero es establecer la causa y el tratamiento especifico y adecuado. Tener frecuentemente actividad sexual estimula la sexualidad.
Algunos datos erróneos: la mosca española o cantárida, es peligrosa y tampoco se sabe si aumenta la capacidad sexual. El ginseng y sus propiedades en el rendimiento sexual, no se ha comprobado. El zinc se vende como afrodisíaco, pero también se conoce que en grandes dosis puede contribuir a trastornos y falta de deseo.
Todo lo relacionado con la comida, las ostras, los mariscos, depende de quien nos lo cuente y sobre todo del deseo que funcione, creer en ello, vamos que se pueden autocumplir como muchas profecías. No hay mayor seducción que la autosugestión.
El alcohol en cantidades pequeñas nos puede desinhibir, pero más de la cuenta puede provocar problemas de erección y ausencia de orgasmo. Todas las drogas causan problemas graves.
El buscar una sustancia o algo que nos ayude a funcionar sin problemas, es un anhelo que comparten hombres y mujeres desde tiempos remotos. El placer sexual se convierte en una especie de búsqueda y también de nota. El buen desempeño a la mayoría nos hace sentir bien, es sinónimo de fuerza y optimismo. Y el fracaso nos llena de pesimismo y de inseguridad.
La palabra afrodisíaco, proviene de Afrodita, diosa griega del amor, se considera afrodisíaco todo lo que aumenta y potencia el deseo sexual. La imaginación nos hace otorgar determinadas cualidades a distintas sustancias, alimentos, objetos, etc. Cuando creemos en algo empezamos a sentir y actuar como si el hecho se hubiera producido. No hay cultura que no cuente con sus plantas, ungüentos, filtros o pócimas de amor. El Tantrá incluye la sexualidad como una vía para alcanzar el éxtasis, contempla la vida sexual, no solo, como algo sagrado sino como un arte.
En Oriente, lo más divulgado ha sido El Kama Sutra, dentro de la cultura hindú el sexo es sagrado, se nos refieren múltiples posturas, según tamaños, alimentos aconsejables y palabras que nos suenan extrañas o nos provocan la sonrisa. En occidente se utilizan muchas plantas por su semejanza con los órganos sexuales, se relaciona la comida con la promiscuidad y se habla en la literatura de muchos afrodisíacos como el chocolate que usaba Giacomo Casanova. La lista seria interminable y todos se usaban como elixires de la sexualidad. A través de la investigación sexológica se siguen buscando, sustancias, preparados, pastillas e inyecciones. Pero, sabemos que los factores que influyen en nuestra respuesta sexual son tan variados y complejos, que no existe una respuesta valida o solución.
A menudo recibo mensajes de mujeres y hombres, ellas pidiendo algo que les desencadene el deseo, ellos quieren aguantar, resistir más. Unos y otras quieren un nombre comercial algo que puedan comprar en la farmacia de la esquina, que sea efectivo y sobre todo que les funcione. A veces, la respuesta les puede dejar frustrados, porque para algunos cambios tenemos que querer. Isabel Allende en uno de sus magníficos libros, comenta que el único afrodisíaco infalible es el amor. Cuando sentimos amor nos convertimos en: altos, bellos, no importa el sitio, ni las circunstancias, ni los miedos, etc. A veces las parejas hablamos de cansancio, pensamos que la variedad nos puede curar, pero pasar de los huevos con patatas, al langostino a la plancha, puede ser maravilloso las primeras veces, pero el hastío también sobreviene. El sexo, no suele funcionar porque sí, podemos hacer muchas cosas para no sentirnos desilusionados. Encontrar tiempo, no tacañear en caricias, saber lo que nos lleva a la pasión, cambiar de escenario, hablar, acicalarnos para el encuentro, buscar la sintonía que no hace vibrar, el afrodisíaco lo tenemos en nuestro cerebro y podemos empezar a investigar: “ya “.
Algunos datos
En cualquier problema sexual, lo primero es establecer la causa y el tratamiento especifico y adecuado. Tener frecuentemente actividad sexual estimula la sexualidad.
Algunos datos erróneos: la mosca española o cantárida, es peligrosa y tampoco se sabe si aumenta la capacidad sexual. El ginseng y sus propiedades en el rendimiento sexual, no se ha comprobado. El zinc se vende como afrodisíaco, pero también se conoce que en grandes dosis puede contribuir a trastornos y falta de deseo.
Todo lo relacionado con la comida, las ostras, los mariscos, depende de quien nos lo cuente y sobre todo del deseo que funcione, creer en ello, vamos que se pueden autocumplir como muchas profecías. No hay mayor seducción que la autosugestión.
El alcohol en cantidades pequeñas nos puede desinhibir, pero más de la cuenta puede provocar problemas de erección y ausencia de orgasmo. Todas las drogas causan problemas graves.
La viagra facilita el proceso físico de la erección,es un medicamento para la disfunción eréctil, no es un afrodisiaco .La Intrinsa (viagra femenino) actúa sobre los mecanismos mentales del deseo. Tras su aprobación bajo prescripción médica por la Agencia Europea del Medicamento, en junio pasado, los parches del deseo femenino ya están disponibles .Habrá que esperar estudios comparativos para tener datos al respecto. Y son muchas las dudas que se plantean. Pero este será otro tema .
Las feromonas sustancias químicas excretadas por animales que promueven comportamientos que perpetúan la especie. Actúan directamente sobre el cerebro y aumentan el deseo sexual. Existe un pequeño órgano en la nariz, denominado órgano vomeronasal, que capta el mensaje y lo transmite al hipotálamo que controla la excitación sexual y las emociones.
No hay que olvidar: El mejor estimulante sexual, es tu cerebro, tus pensamientos, tus manos, tus genitales y sobre todo “ tú”.
Las feromonas sustancias químicas excretadas por animales que promueven comportamientos que perpetúan la especie. Actúan directamente sobre el cerebro y aumentan el deseo sexual. Existe un pequeño órgano en la nariz, denominado órgano vomeronasal, que capta el mensaje y lo transmite al hipotálamo que controla la excitación sexual y las emociones.
No hay que olvidar: El mejor estimulante sexual, es tu cerebro, tus pensamientos, tus manos, tus genitales y sobre todo “ tú”.
El mejor estimulante es uno mismo.
ResponderEliminarBuen post.
Saludos.
David
hola como podria porpocionado esta planta donde
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