Una de las preguntas que siempre hago en las primeras
sesiones es que recuerdan del terapeuta anterior y siempre me ha sorprendido la
importancia de sentirse escuchados como algo que sana y da voz a la propia historia.
Parar y así aprender a escuchar sin más, controlando nuestras intervenciones y
conectando con nuestros sentimientos.
También ayuda no solo ponernos en el lugar del otro-a, sino
tratar de experimentar y dejarse llevar. Una atención total nos va a permitir
comprender y lidiar con nuestras emociones y esto es sanativo para la persona
que tenemos enfrente. La comunicación no verbal, nos lleva adoptar gestos del
otro-a y así se sentirá más cerca.
Es que nadie escucha.
ResponderEliminarTodos parlotean sobre sus vidas como si fueran mágicas y dignas de ser escuchadas... incluso admiradas.
Cuídate.