Lo suyo con los hombres siempre fue como un tango. Entre sus amigas siempre tuvo fama de la más graciosa y de la más buena. Estaba hasta el coño... de ser la más,cuando su cuerpo adquiría rotundidad y curvas,lo que se llevaba en la facultad eran chicas rectilíneas. Siempre le gustaron los hombres golferas, se preocupaba de su bienestar físico de una forma tan obsesiva,que después de la tercera vez la dejaban de llamar.Sin embargo, con Manolo todo había ido muy deprisa.Cuando le comentó. - Yo quiero casarme y tener hijos,no se asustó. Ahora le esperaba.
-¿ Sabes ayer estuve viendo los muebles de la entrada?.
_ Sí mejor, los miras tú. Dijo él.
_Pero me gusta que me acompañes.
-No empieces,con el rollo de me siento sola. - Pues: ¡ sal !, haz algo. Al decirlo movía los brazos como las aspas de un molino y María sentía como se moría un poco.
Lo probó todo, la ropa interior negra, lo juguetes alineados en el baño, ahora los tenía en un maletín de color rosa como de la Señorita Pepís, el ver los partidos con él,aullar como una posesa en los momentos culminantes del orgasmo, el pasear con la hermana de él en aquella ciudad triste y lluviosa.
Volvió a encender la téle, cogiendo el mando con fuerza,tuvo la ilusión de que controlaba algo, por lo menos, lo que quería ver: Ahora me salto el anuncio, ahora me sumerjo en la película. El protagonista metía las llaves en la cerradura y ella estaba allí, sin mediar palabra,se levantaba y le daba dos bofetadas.- Ya sabes, María. Los hombres cambian, piensa en mí y en Raul. Y a tí se te ve muy bien. Le decía Celia. Como iba a decirle, no sabes nada y creo que estoy harta de mi estrenado marido.
Volvió hacer zapping y supo que no le daría ninguna bofetada,volvió a presionar en otro canal, el programa se llamaba" confesiones ", lo había visto alguna vez, salía un Sr bajito que en la penumbra confesaba. " Desde pequeño me iba a los colegios. Cuando las niñas se asustaban, yo me la meneaba y me sentía feliz". Aquel tipo salió de la penumbra y el presentador le felicitaba calurosamente y la gente del público aplaudía.Manolo entró por la puerta,su semblante indicaba que estaba fastidiado. - Otra vez viendo bobadas.
- Te he preparado la cena. ¿ Cómo ha ido el trabajo ?. - ¿ Cómo quieres que vaya ?.
Después de tomar el café descafeinado, puso música y el se desperezó.
_ Me ha llamado mi madre se siente muy sola. Casi me muero de risa: ¿ Aún sigue Manolo en las reuniones de comilones anónimos?.
- ¡ Qué simpática ! es tu madre. No sabe lo que es aguantar cada día tus gimoteos. Manolo, ¿ salimos?. Claro, que prefiero estar con mis amigos. Javi, me dice siempre lo mismo." Te comerán el coco , a las tías les encanta emprender la aventura de cambiar al hombre, y tú sé que dejaras de venir ala sociedad gastronómica en breve, te lo digo yo, que vivir lo que se dice vivir no mucho, pero jipiar, lo he visto todo ".
María escucho sin protestar las palabras de Manolo y como en una película,fue viendo el último coche que casi le había pagado, la ropa cara colocada en los armarios, la luna de miel arrastrándolo por Barajas. - Es que cuando bebe, se cuece como un piojo y el mal cuerpo le dura días y días. Le dijo a su mejor amiga.
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