Me enseñaron las primeras palabras, los rudimentos de las letras,si no te preguntan debes de estar callada,a no hablar con la boca llena,tú sinceridad ofende,debes esperar a que te lo ofrezcan,esto no se mira,no se dice,no se toca,etc.
Con el paso del tiempo, el aprendizaje formal se fue complicando,un poco de matemáticas,algo de ingles,conocimiento del medio( saber mucho de lo cercano e ignorar lo de lejos). Fenómeno copiado de los Americanos y que hemos seguido a pies juntillas. -¿Cuál es la Capital de EEUU?. ES LA PREGUNTA MALÉVOLA QUE HACÍAN LOS LUGAREÑOS A LOS DE LA BASE DE ROTA Y PARECE SER QUE MÁS DEL 50% DECÍAN QUE NUEVA YORK ( ahí le has daó ).
Aparte de toda la educación formal, sería maravilloso que además de distinguir el sujeto del predicado,aprendiésemos
a reconocer las emociones,eso nos evitaría años incertidumbre,depresión,desasosiego,de meter la pata y sobre todo estaríamos más satisfechos con nosotros mismos.
PRIMERA LECCIÓN BÁSICA
Dar: Hay personas que están incapacitadas para dar. Porque piensan que no tienen nada
bueno que ofrecer porque piensan que se lo pueden rechazar, porque han tenido malas experiencias.
Recibir: Hay quien no es capaz de recibir el afecto de los demás. Porque lo considera
peligroso. Creen que no son merecedores de ese afecto y, por ello, lo rechazan.
Pedir: Hay quien no sabe demandar amor, demandar lo que necesita afectivamente. Siente
vergüenza. No está en condiciones de encajar la respuesta negativa. Se comparan con otros qué si tienen derecho a pedir porque son merecedores de que se lo den todo.
Rechazar: Hay quien no sabe rechazar la demanda de otros. Porque tienen miedo a hacer
daño, a defraudar, a perder el afecto. Si dicen no, piensan que nunca podrán pedir ellos nada.
La imposibilidad de dar, recibir, pedir y rechazar afecto nos pone contra las cuerdas de la
infelicidad. Es necesario practicar de forma constante y profunda para avanzar en el camino de la salud emocional.
En el hermoso libro de Rubem Alves (1996), titulado "La alegría de enseñar, se dice: "Enseñar
es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través
de la magia de nuestra palabra. Así, el profesor no muere nunca..." .
daño, a defraudar, a perder el afecto. Si dicen no, piensan que nunca podrán pedir ellos nada.
La imposibilidad de dar, recibir, pedir y rechazar afecto nos pone contra las cuerdas de la
infelicidad. Es necesario practicar de forma constante y profunda para avanzar en el camino de la salud emocional.
En el hermoso libro de Rubem Alves (1996), titulado "La alegría de enseñar, se dice: "Enseñar
es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través
de la magia de nuestra palabra. Así, el profesor no muere nunca..." .
Comparto contigo lo importante del aprender a reconocer las emociones.. Me encantó tu post. Gracias a que pasaste por mi blog pude llegar hasta aquí.Gracias por haber pasado... gracias por tu compartir, ya que formó parte de mi aprender... gracias
ResponderEliminarTú blog es de paso obligado. BS
ResponderEliminarPreciso post.
ResponderEliminarSaludos
David