Ir al contenido principal

La camisa y la felicidad

Es verdad que los cuentos duermen en el inconsciente y que de alguna manera nos alumbran cuando ponemos atención. Y dan en la diana permitiéndonos acceder a su sabiduría. 

Me leía mi padre un cuento en voz alta y solo se que esperaba que llegase a casa y poder disfrutar de ese momento con el. Hoy le he pedido ayuda al Sr Google .

LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ de León Tolstoi:

"En las lejanas tierras del norte, hace mucho tiempo, vivió un zar que enfermó gravemente. Reunió a los mejores médicos de todo el imperio, que le aplicaron todos los remedios que conocían y otros nuevos que inventaron sobre la marcha, pero lejos de mejorar, el estado del zar parecía cada vez peor. Sin embargo fue un trovador quien pronunció: —Yo sé el remedio: la única medicina para vuestros males, Señor. Sólo hay que buscar a un hombre feliz: vestir su camisa es la cura a vuestra enfermedad. Partieron emisarios del zar hacia todos los confines de la tierra, pero encontrar a un hombre feliz no era tarea fácil: aquel que tenía salud echaba en falta el dinero, quien lo poseía, carecía de amor, y quien lo tenía se quejaba de los hijos. Sin embargo, una tarde, los soldados del zar pasaron junto a una pequeña choza en la que un hombre descansaba sentado junto a la lumbre de la chimenea: —¡Qué bella es la vida! Con el trabajo realizado, una salud de hierro y afectuosos amigos y familiares ¿qué más podría pedir? Al enterarse en palacio de que, por fin, habían encontrado un hombre feliz, se extendió la alegría. El hijo mayor del zar ordenó inmediatamente: —Traed prestamente la camisa de ese hombre. ¡Ofrecedle a cambio lo que pida! En medio de una gran algarabía, comenzaron los preparativos para celebrar la inminente recuperación del gobernante. Grande era la impaciencia de la gente por ver volver a los emisarios con la camisa que curaría a su gobernante, mas, cuando por fin llegaron, traían las manos vacías: —¿Dónde está la camisa del hombre feliz? ¡Es necesario que la vista mi padre! —Señor -contestaron apenados los mensajeros-, el hombre feliz no tiene camisa".

La infelicidad la producen las falsas creencias, no las ponemos en duda y las creemos a pies y juntillas como si las llevásemos incorporadas de fábrica .Tengo un amigo que siempre sintió la tristeza de noviembre:" es como si me faltase algo,es como si conectase con lo peor,con lo que no funciona,la naturaleza y el viento me dan la razón,la luz se va acortando y mi nostalgia crece a medida que mi aprensión aumenta y los días me dan la razón" . Nuestra forma de ver el mundo se basa en lo que pensamos que nos falta.Está basado en la carencia. Y nunca dudamos de nosotros mismos y de nuestra percepción. Después añadimos: “Si no soy feliz es culpa mía”…y esto se va complicando. El símil sería como soñar sin saber que estamos soñando... Otros nos dicen:"la felicidad está dentro".Lo escuchamos con extrañeza. Quizás lo comprobamos con el tiempo y podemos concluir: -"Hace un año todo iba bien estaba contenta".. De alguna forma vuelvo a la adolescencia: la isla...Huxley y aquellos pájaros que repetían machaconamente :“¡Atención!”, “¡Aquí y ahora!”. El momento presente como el único espacio temporal que realmente vivimos y eso nos ayuda a ser felices.

Comentarios

  1. Pues nada, un abrazo sin camisa entonces!!! jajajajajaja. Sin la menor de las dudas que el Buda tiene mucho que decirnos acerca de esto de la felicidad!!!
    Besos!!!

    ResponderEliminar
  2. Lo del Aquí y Ahora es muy socorrido, lo jodido es cuando el Aquí y Ahora es una mierda...

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Socorrido...
      Y aunque el aquí -ahora sea una mierda..mejor no estar hacia atrás o hacia delante.Un abrazo

      Eliminar
  3. Como siempre te vuelvo a repetir Hay luz dentro tuyo Clara
    Acabo de poner lo siguiente en comentarios en mi blog Un aplauso mas hoy para vos
    CLARA QUERIDA
    AQUI PONGO PARTE DE TU MARAVILLOSO ESCRITO EN TU BLOG

    ______________________________________________
    Nuestra forma de ver el mundo se basa en lo que pensamos que nos falta.Está basado en la carencia. Y nunca dudamos de nosotros mismos y de nuestra percepción. Después añadimos: “Si no soy feliz es culpa mía”…y esto se va complicando. El símil sería como soñar sin saber que estamos soñando... Otros nos dicen:"la felicidad está dentro".Lo escuchamos con extrañeza. Quizás lo comprobamos con el tiempo y podemos concluir: -"Hace un año todo iba bien estaba contenta".. De alguna forma vuelvo a la adolescencia: la isla...Huxley y aquellos pájaros que repetían machaconamente :“¡Atención!”, “¡Aquí y ahora!”. El momento presente como el único espacio temporal que realmente vivimos y eso nos ayuda a ser felices.


    Un aplauso para vos



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta tu blog y el que pongas el texto es un privilegio...mil gracias amiga
      😘😘 Besos y besos

      Eliminar
  4. No sé qué decirte.
    Lo ideal es transformar el ahora y hacerlo mejor pero a veces únicamente se puede huir hacia el futuro o hacia atrás.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo apoderarnos del ahora,sentirnos dueñas,protagonistas....y vivirlo.El coger el pasado o el futuro,nos aleja,nos aísla.y nos impide vivir.Creo que la aceptación Es la llave....

      Eliminar
  5. Lo ideal es que el presente siempre fuera bello pero a veces no lo es.

    Si se pudiera transformar.
    Pero hay cosas que parecen inanmovibles y no dependen de uno mismo.



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con la percepción...creamos la realidad.
      Tenemos ese don...
      Bsss

      Eliminar
  6. La verdad no sé que decir, a veces el ''ahora'' es un rollazo
    saludos

    ResponderEliminar
  7. Me entusiasman los cuentos, como este de Tolstoi que nos brindas. Acertadísimo el vínculo de “ser feliz” con el “no tener” (camisa, en este caso), genial tu elección.

    “Del tener al ser”, como reflexionaba Erich Fromm.

    Así lo veo también, Clara, la vida es pura contingencia, el consabido “aquí y ahora”.

    Lo realmente complicado en nuestras sociedades occidentales es “no tener”, pues todo parece al alcance de la mano. Tenemos de todo, menos tiempo.

    Afirmaban los yanomami de la Amazonía, no entender que las personas de las “sociedades modernas” tuviesen que pasar la mayor parte del día trabajando, sin apenas contacto con padres, madres, hermanos, casi sin jugar con los hijos, o simplemente sin detenerse a contemplar y escuchar la vida. Se lo contaban al escritor y reportero Luis Pancorbo.

    Tus reflexiones son valiosas.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si es cierto..los yanomanis nos verán como pirados.Y se trata de qué no solamente el tiempo nos ha engullido Dino que corremos el riesgo de perder el contacto con nosotros mismos y lo que nos importa.
      Un abrazo

      Eliminar
  8. Me gustan los cuentos, pero me cuesta acercarme a ellos. Este de Tolstoi es una maravilla, pero es que el autor (en lo que le he leído) es un narrado excelente.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si,es un excelente narrador y escribió muchos cuentos (género que me gusta).Tambien en sus narraciones ahondó en la felicidad no como algo que se alcanza sino más bien como algo que se encuentra.
      Un beso

      Eliminar
  9. Exacto, en la carencia, en lugar de agradecer a diario los dones con los que somos bendecidos. Y eso más o menos le dije a mi yerno que me quería hacer un regalo material por mi cumpleaños que rechacé diciendole "pero si ya me has dado el mayor regalo de la vida: traete a la familia (desde Argentina) a casa (en Israel)". Fue maravilloso.

    Besotes, amiga querida

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Myriam...me encanta y eres merecedora de ese amor por parte de tu familia.
      Y dices algo que me ha costado llegar:
      Dar gracias 😊
      Un abrazo tirando a grande

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SMS

Hoy no escribiré sobre suspiros,ni sobre mujeres que pierden el resuello. Hablemos de SMS ,se ha encendido la lucécita en la reunión y ya no tenía pensamientos para otra cosa._ "Añoro tu cuerpo,el como encaja en el mío como si fueran dos piezas de lego...paso los labios por tu espalda y quiero verte ya..." La reunión de los jueves seguia con  la rutina de siempre me tocaba exponer,intente borrar la sonrisa bobalicona y terminar muy pronto .  Escribía deprisa en un intento de epatar.Tecleando como una posesa,con el deseo de que las palabras siguieran llegando .

TOMANDO EL FRESCO

Otra ola de calor.No sé porque las llaman olas.Y que pasa con la séptima ola. Recuerdo de veranos en el pueblo de mi abuela,atravesar la plaza era insensato,te derretías y las imagenes eran en colores desvaídos,los hombres seguían con la misma boina que en invierno y se resguardaban en la pequeña sombra del casino,apelotonados buscando la ansiada umbría. Por la noche esperábamos que se hicieran las once para salir a tomar la fresca....Esas noches las vecinas ponían la sillas y los sillones.Ya habían perdido las prisas de la mañana,las anécdotas surgían,me gustaba quedarme dormida encima de mi abuela,cerrando los ojos con fuerza para que no me mandasen a la cama.Formar parte de aquel mundo era lo que yo ansiaba.Me parecían listas,se reían mucho y también había historias que se terminaban en silencio y me quedaba sin llegar al final .Sentía el olor de mi abuela,lo aspiraba y me dormia. Como el roble está latente en el fondo de la bellota, la plenitud de la persona
Intemperie...no lleva acento y encima sin él....es una palabra bonita y con un regusto triste. Respiro y controlo mi presente. Atada a lugares ,hábitos ,personas y cosas. Tuve otros decorados, otras respiraciones ,otros suspiros, pero ya no me acuerdo ,solo creo en lo que veo porque forma parte de mí . Su cuerpo se funde con el mío Y sé si sus riñones tienen frío. Si su espalda grita Si sus piernas tiemblan Si habla alto Si tiene ansiedad Si esta contento Si siente deseo Si necesita caricias Si, sólo es jugar Si, anhela distancia Si quiere otras manos Pero:¿ Dónde estamos, cuándo estamos dormidos? Siempre me preparas el desayuno y silbas. Mientras yo aún a esas horas ,no poseo el don de la palabra ,ves esa expresión ceñuda ,que nadie ve, fronteriza entre la vigilia y el sueño. Mi cuerpo desperezándose ,el cabello de punta, los ojos velados y obstinados ;.y los pensamientos sombríos. Pero: ¿Dónde estamos cuando estamos dormidos? Ayer M. estuvo hasta tarde tecleando, los dedos se